EL PRISIONERO MUERTO
Rapado,
desnudo,
atadocon dos cuerdas
al trineo
que se hunde en la nieve.
Un hambriento tira,
un delator empuja,
un curasin cruz
sigue el rastro del trineo.
El cielo
detrás de los cuervos.
La tierra,
hielo.
Entre el puño y la hendidura
se quiebra la pala.
Cadáver
ajeno a todo,
eterno,en las garras
de una nieve extraña.
HANS BENDER
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